La alimentación es uno de los ejes más importantes a la hora de conseguir resultados tanto a nivel físico como estético. Desde ejercicios en casa os vamos a explicar alguno de los principios básico en los que se fundamenta la alimentación, información que iremos ampliando con más artículos con más detenimiento.
Una de las cuestiones más sencillas que os vamos a trasmitir es la siguiente: para perder peso tenemos que gastar más calorías de las que consumimos (¡obvio!). Es positivo invertir tiempo en mejorar tu estilo de vida para convertirte en una persona más fuerte y sana a través de una dieta equilibrada.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono pueden proceder de diversas fuentes, como frutas, verdura, cereales y legumbres. Son el componente básico que nos aporta energía y juegan un papel fundamental en el buen funcionamiento de nuestros órganos internos, el sistema nervioso y los músculos.
Después de ingerir hidratos de carbono, el cuerpo los transforma en azúcares los cuales se dividen en dos categorías: almidones y azúcares, que pueden ser puros o refinados.
¿Dónde se encuentran los hidratos de carbono?
Azúcares naturales: se encuentran en frutas y verduras.
Azúcares refinados: se encuentran en la miel, el azúcar moreno, refrescos, pasteles, galletas, mermeladas y caramelos.
Almidones naturales: presentes en los cereales integrales, la harina y el pan integrales, la pasta integral, arroz integral, frutos secos, patatas, lentejas, garbanzos, plátanos y tubérculos como las zanahorias.
Almidones refinados: se encuentran en los cereales de desayuno azucarado y procesado, en la harina blanca, el arroz blanco, la pasta blanca, el pan blanco, galletas y pasteles.
Los carbohidratos refinados son los blancos; ya se han descompuesto en azúcares simples, un proceso que tendría que hacer el cuerpo. Cuando los comemos aportan azúcar a la sangre, lo que nos da picos breves de energía y altibajos en el estado de ánimo.
Consumir sólo almidones naturales hará que nuestros niveles sanguíneos sean mucho más estables. También estaremos más sanos porque contienen fibra, esencial para el buen funcionamiento intestinal.
Aunque son críticos antes de disponernos a realizar una fuerte rutina de entrenamiento y para nuestra recuperación, hay que tener mucho cuidado en su control, pues si se consumen en grandes cantidades sin ser usados posteriormente veremos cómo incrementamos de peso vertiginosamente.
Las grasas
En cuanto a las grasa, existen muchos falsos mitos que trataremos de desmontaros. Debemos de tener en cuanto una cosa clara y es que las grasas no engordan necesariamente, siempre que se trate de grasas naturales y se consuman con moderación. Cuando nos excedemos o consumimos un tipo inadecuado de grasas, es cuando provocamos problemas como la tensión sanguínea alta o la obesidad.
Las grasas son fundamentales en nuestra alimentación ya que las necesitamos para proteger nuestros órganos principales, incluyendo el corazón y el cerebro. Nos ayudan a mantener el calor corporal y son la fuente principal de energía.
Se pueden clasificar en dos tipos: saturadas e insaturadas. Se suele pensar que las grasas saturadas son las grasas nocivas, pero hoy existen pruebas de que algunas de estas grasas podrían ser buenas y que cambiar el tipo de grasas saturadas que ingerimos puede reducir el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Las investigaciones demuestran que las grasas saturadas procedentes de la leche y sus derivados son buenas para evitar enfermedades cardíacas.
Por otro lado, las grasas insaturadas son las más puras y contienen omega-3, nos ayudan a mejorar la memoria, la piel y las articulaciones. Las encontraremos en el pescado y en vegetales además de en otros alimentos.
Las proteínas
La proteína es un factor fundamental en nuestra alimentación y es, quizá, el componente nutritivo más fundamental para la recuperación muscular. Además nos ayudan a mantener fuerte y sano nuestro pelo, uñas, ojos, piel y órganos internos, también es vital para tener un sistema inmunitario fuerte.
Las proteínas se pueden encontrar en la carne (en especial la roja), pescado, huevos, leche, yogur, frutos secos, semillas, tofu, legumbres y avena. Hay que tener especial cuidado con mantener un equilibrio adecuado en función a nuestra actividad diaria y al ejercicio que hagamos, puesto que los alimentos ricos en proteína suelen ser altamente calóricos.
La fibra
No se suele hablar tanto de éste componente, pero en ejercicios en casa hemos creído oportuno hacer una mención especial en este apartado. Es importante para perder peso porque hace que nos sintamos satisfechos durante más tiempo.
Existen dos tipos de fibra: soluble e insoluble. La fibra soluble nos ayuda a eliminar el colesterol nocivo y a controlar el nivel de azúcar en la sangre. La fibra insoluble nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
Conclusiones
A pesar de que hay componentes nutritivos que influyen de forma más o menos directa a la hora de construir y recuperar fibras musculares, como es el caso de las proteínas, es importante mantener un equilibrio adecuado tanto para nuestra evolución deportiva como para llevar una vida sana.